EL PERDON
El Perdón es un poderoso instrumento para limpiar nuestra Alma y nuestro corazón. Perdonar es un acto declarativo de liberación personal, que nos aleja del resentimiento.. Al perdonar reconocemos que no solo el otro, sino también nosotros mismos, somos ahora responsables de nuestro bienestar. El perdón a sí mismo tiene el mismo efecto liberador, y hacerlo es una manifestación de amor a sí mismo y a la propia vida.
El Perdón tiene tres actos declarativos::
1.- Te pido perdón, ...
2.- Te perdono, ...
3.- Me perdono, ...
El haber dicho «Perdón», aunque el otro no nos diera su perdón, tiene de por sí una importancia mayor y el mundo que construimos es distinto—independientemente del decir del otro— según lo hayamos o no declarado.
Por eso acompaño aquí, esta declaración de perdón que encontré en estos días y que me hizo reflexionar, cuando claramente asumimos la responsabilidad sobre lo que nos sucede.
Yo te perdono.
Te perdono de manera libre y consciente desde el centro más profundo de mi corazón.
Te perdono porque no fuiste tú quien no me dio lo que esperaba, fui yo quien puso expectativas demasiado altas.
Te perdono porque no fuiste tú quien me dañó una y otra vez, fui yo que en mi necedad no tome distancia a tiempo.
Te perdono porque no fuiste tú quien me ofreció sobras fui yo quien tomó la decisión de quedarse con poco.
Te perdono porque no fuiste tú quien me brindó desamor, era yo que no me amaba lo suficiente.
Te
perdono de manera amorosa, sin reproches de por medio, con la certeza
de que cada acto de sufrimiento no buscaba herirme si no hacerme crecer
como persona.
Te perdono porque en este pequeño espacio de tiempo llamado vida ambos estuvimos juntos para aprender el uno del otro.
Te perdono y con ello libero esa oscuridad que apaga mi Alma, Libero mis expectativas.
Disuelvo mis rencores. Abrazo mis miedos.
Transformo mi angustia.
Conforme te perdono, me perdono a mi mismo y restauré mi corazón.
Perdón, te amo, gracias.
Kok-Uhga
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