EL OFICIO DEL COACHING

 

EL OFICIO DEL COACHING

 

Ayer un amigo me pregunto ¿qué es eso que llaman Coaching? ¿De dónde salió ese nombre? ¿Qué significa? Con mucho gusto me senté con él y trate de explicarle qué es lo que para mí significa el Coaching, y porque en los últimos años ha acaparado mi atención.

 

Coaching es una experiencia de aprendizaje que se trabaja a través de una conversación estructurada, entre dos o más personas.  La palabra viene de un anglicismo, Coach, que se aplica fundamentalmente al entrenador deportivo, y cuyo objeto es acompañar y desarrollar al máximo las capacidades de los deportistas.  Detrás de cada uno de esos deportistas de élite que tanto admiramos, existe un coach que ha estudiado el detalle de cada jugador y ha aplicado las técnicas apropiadas para convertirlo en una estrella. El Coach es un Agente de Cambio que desarrolla el máximo potencial de su cliente.

 

Así se popularizo ese nombre y se fue aplicando inicialmente en temas de negocios, y luego ha abarcado toda una amplia gama de ejercicio desde el trabajo con el Ser, parejas, de vida, salud, empresas, organizaciones, etc.

 

Por supuesto, ha habido desarrollos y técnicas interesantes que han convertido al Coaching en un oficio de servicio. Además, es importante que el Coach trabaje mucho en su interior para poder servir de forma apropiada al otro.

 

En el argot del Coaching decimos que cuando el asistido nos trae un quiebre, de alguna manera refleja un tema pendiente de trabajo. Con el tiempo, aprendemos a reconocer asuntos que nos son afines e importantes para nosotros, y que merecen atención previa o un trabajo adicional.

 

En el acompañamiento al otro descubrimos también que tenemos que manejar emociones, tanto las nuestras como las de nuestro cliente, de forma que nos entregue la información necesaria, para resolver las inquietudes del asistido de forma apropiada. Por supuesto, hace falta un trabajo interior previo y estar preparado ante lo que se presente. Nos obliga a estar actualizados en varios temas, dependiendo de cuál sea nuestra área principal de atención.

 

La labor del Coach no se improvisa. Se trabaja a consciencia. Se hace con el propósito de darle al cliente el mayor beneficio posible de la sesión. Y por supuesto, dependiendo de cómo se desarrolle la conversación, podrán trabajarse inquietudes cada vez más profundas en el asistido, que le permitirán ampliar sus posibilidades de crecimiento y desarrollo en los distintos espacios en los cuales se desempeña.

 

Recordemos que el Coaching no es terapia, ni tampoco receta fórmulas mágicas para resolver problemas.  Es trabajar el aprendizaje y buscar el “darse cuenta” del asistido, que le permita empoderarse y descubrir nuevas formas de hacer las cosas. A esto se le da el nombre de Aprendizaje Transformacional.  Y este aprendizaje se logra desde la contención amorosa y la ausencia de juicios, que permite al cliente asumir sus inquietudes con total transparencia. El proceso de Coaching es para asistido, y nuestra labor como Coach es estar allí para él, para atenderlo y lograr su crecimiento personal.

 

Anteriormente el Coaching se manejaba como una conversación que tenía lugar en una oficina, o en un salón privado en donde podrían reunirse para conversar sobre el tema en cuestión. Hoy, y gracias a la maravilla de la tecnología, podemos hacer sesiones de Coaching desde nuestros laptops o teléfonos inteligentes, con personas en distintos espacios.  Y esto introduce una nueva manera de ver las cosas que es lo que conocemos ahora como Coaching Digital, o pudiéramos decir de la era digital. Cada vez más, la tecnología nos ayuda a ver nuevas posibilidades que permiten expandir nuestras capacidades.

 

Si aún no has tenido la oportunidad de participar en una sesión de Coaching, te invito a hacer la prueba, y ver el cambio que se produce en ti al ver el mundo de forma diferente. Como decimos en el Coaching, cuando somos capaces de interpretar el mundo de otra manera, nuestra manera de ver el mundo cambia completamente.

 

Lo único que nos separa de nuestras metas son nuestros juicios limitantes. Y lo único que impide que trabajemos esos juicios es que nos decidamos a hacerlo.  Simplemente agarra de tu mano la oportunidad de cambio.