El Poder de las Creencias

 


El Poder de las Creencias

 

Los Seres Humanos somos seres interpretativos. La realidad simplemente sucede y no tiene características particulares. La realidad es neutra; no es ni buena ni mala; tampoco es dual, eso es una lectura que hacemos.  Somos nosotros quienes valoramos la realidad, de acuerdo a nuestro sistema de Creencias.  Le damos un significado a cada situación de acuerdo con lo que hemos aprendido. Muchas veces, esa valoración implica enfrentarnos innecesariamente a lo que ocurre. Y en ese trabajo de oponernos a ello genera afecciones innecesarias.

 

¿Qué entendemos por Sistema de Creencias?

 

Son todos aquellos juicios, prejuicios, creencias, valores, historia, etc., que hemos establecido como referentes en relación a lo que sucede en el mundo.  Estos aprendizajes los realizamos a lo largo de nuestra vida, y los vamos acomodando en función de cómo van apareciendo. Cada nuevo aprendizaje genera una afirmación que si se repite pasa a ser un juicio; si a su vez se repite varias veces en el tiempo se convierte en una creencia.  Cuando eso sucede se transforma en algo estable y difícil de remover, a menos que, exista un hecho que cuestione seriamente dicha creencia y que nos obligue a cambiar.  En el caso de estar dispuestos a hacerlo, necesitamos trabajar y generar un nuevo juicio con más poder y recursos, que pueda generar nuevas y mejores respuestas. En caso de no poder hacerlo, es posible que necesitemos de ayuda para verlo y cambiarlo de forma apropiada.

 

Si buscamos en Internet el concepto de creencia aparece lo siguiente:

 

“La creencia es una verdad subjetiva, una convicción, algo que el sujeto considera cierto, y no debe ser confundida con la verdad objetiva, cuya correspondencia en la teoría del conocimiento es el concepto de saber. El sujeto no se relaciona con la realidad sino con la representación (mental) que se hace de ella.”

 

Como sujetos creamos una realidad subjetiva del mundo, es decir, no vemos la realidad, sino lo que creemos que es la realidad de acuerdo con nuestras creencias.  Es lo que se llama en el hinduismo Maya o “Velo de Ilusión”.

 


Las creencias son tan poderosas, que muchas veces no sabemos que existen. Forman parte integral de nuestra manera de ver el mundo, de alguna manera están conectadas con nuestra percepción, y es la manera como entendemos el mundo. En otras, palabras, puede ser que tengamos una creencia que nos limita, y que ni siquiera sabemos que está allí, y nunca nos la hemos cuestionado porque somos incapaces de detectarla.  En estos casos es apropiado el acompañamiento o Coaching que puede hacernos ver desde otra mirada una creencia limitante.

 

En términos generales las creencias son asignaciones de significado o causa que nos sirven para organizar nuestra percepción y explicar acontecimientos del pasado, presente y prever los del futuro. Su función es dar un sentido a los actos de poner en marcha capacidades y conductas.  Esta intención de dar un sentido a nuestra realidad tiene que ver con la forma como concebimos el mundo. Por ejemplo, vemos el futuro como una extensión del pasado; cuando eso no sucede así, entramos en crisis. Por ejemplo, tenemos como concepto la causalidad, y creemos en la ley de Causa y Efecto, a pesar de que el Universo hace lo que quiere.

 

¿Cómo se forman las creencias?

 

Como ya hemos dicho, las creencias se originan durante nuestro desarrollo y provienen de muchas fuentes distintas: educación, cultura, figuras parentales, amistades, medios de comunicación social, modelajes, sociedad, religión, etc., mediante la expansión de modelos a partir de otros significativos, acontecimientos traumáticos, experiencias repetitivas. En general, construimos las creencias generalizando nuestras experiencias en el mundo. Adquirimos gran parte de ellas mediante la socialización, copiando inconscientemente las perspectivas y modelos del mundo de aquellos que nos rodean, especialmente, de aquellos que respetamos o tememos.  Es por eso que la mayoría de nuestras creencias están asociadas a una emoción, y es a través de esas emociones como las identificamos.

 

Una creencia nace de una idea que posteriormente es alimentada con experiencias que la reafirman. Cuando se han reunido las suficientes experiencias de manera repetida, la idea inicial ha sido suficientemente refrendada, y es por lo tanto cierta. Es entonces cuando esa idea se convierte en creencia. A partir de entonces todo lo que hacemos mantiene y refuerza nuestra visión del mundo. Finalmente, las creencias dejan de ser simples mapas o recuerdos de lo que vivimos, para convertirse en fortalezas o debilidades para la planificación de acciones futuras.

 

Tipos de Creencias

 

Creencias limitantes: que se definen como aquellas que impiden realizar acciones diferentes, y que limitan tu actuación.

 

Creencias impulsoras: son aquellas que nos estimulan a alcanzar nuestras metas con verdadera pasión. Son creencias que provocan lo que se denomina tensión creativa, es una fuerza que nos impulsa hacia muestro objetivo.  Creencias del tipo: Yo puedo con esto; Yo soy capaz de hacerlo; No habrá obstáculo que no pueda “superar”. Las creencias impulsoras NO garantizan tener éxito siempre, pero te mantendrán lleno de recursos y te harán capaz de obtener el éxito al final. Lo importante aquí es la palabra recursos, ya que podemos siempre buscar en nuestro maletín de herramientas aquel elemento que pueda ayudarnos a superar una situación determinada.

 

Tomamos del Curso de Milagros lo siguiente:

 

“¿Qué es lo que mantiene al mundo prisionero sino tus propias creencias? ¿Y que puede salvar al mundo excepto tu propio Ser? El poder de las creencias es ciertamente formidable. Los pensamientos que albergas son poderosos, y los efectos que las ilusiones producen son tan potentes como los efectos que produce la verdad. Los locos creen que el mundo que ven es real, y así, no lo ponen en duda. No se les puede persuadir cuestionando los efectos de sus pensamientos. Solo cuando se pone en tela de juicio la fuente de estos, alborea finamente en ellos la esperanza de libertad.”

UCDM Lección 132.1

 

Hemos aprendido a pensar que el mundo que interpretamos es real. Y ese mundo no existe. Al menos tal como lo hemos pensado.  Cada uno de nosotros ve el mundo de manera completamente diferente, y lo adecúa a su propio sistema de creencias.  El Sistema está auto-contenido, es decir todas las creencias presentes forman un conjunto perfectamente interconectado y refuerzan el criterio de realidad que ofrece el sistema.  Cuando eso no sucede, ajustamos la creencia de forma de darle explicación a lo que está ocurriendo.  Por eso hablamos de creencias o juicios expansivos y limitantes.

 

Las creencias no se basan necesariamente en un sistema de ideas lógico. De hecho, son notoriamente refractarias a la lógica. Su función no es coincidir con la realidad. Puesto que usted no sabe realmente que es lo real, tiene que formarse una creencia, es un asunto de fe. Es muy importante tener eso en cuenta cuando se trabaja con una persona para ayudarla a cambiar sus creencias limitadoras.

 

La sanación tiene que ver con reconocer que eso que creemos que existe simplemente no existe. “... la curación es el regalo que se les hace a aquellos que están listos para aprender que el mundo no existe y que pueden aceptar esta lección ahora.” UCDM L 132.7.1

 

“Los enfermos se curan a medida que abandonan todo pensamiento de enfermedad, y los muertos resucitan cuando permites que los pensamientos de vida reemplacen a todos los pensamientos de muerte que jamás albergaste” L 132.8.4

 

La enfermedad es un pensamiento que forma parte de nuestro Sistema de Creencias.  Hemos aprendido desde pequeños que significa esa palabra. Muchas veces, usamos la misma para victimizarnos o castigarnos por cosas que nos suceden.  De nuevo podemos tener la creencia de que si estamos enfermos por ejemplo, no tendremos que ir al colegio, hacer nuestras tareas o tendremos atención completa de parte de nuestra familia.  Eso hace que la enfermedad sea interpretada de forma beneficiosa, a pesar de las limitaciones que implica. Quizás la pregunta que debemos hacernos en este caso es: ¿Qué gano con esta enfermedad? ¿Qué me está ofreciendo?

 

La enfermedad no existe, existe un estado de más salud o de menos salud.  Pero: ¿Qué es la Salud? ¿Cómo podemos mantenerla?

 

El concepto de enfermedad puede ser entendido de varias maneras; como un castigo, una recompensa, una limitación, un alerta  o inclusive como un escape. Por ejemplo: Cuando hay situaciones de las que no puedes escapar, a veces la enfermedad es la excusa perfecta para zafarse de ellas. Sabemos que: El cuerpo grita lo que la mente calla. Inclusive, puedes darle instrucciones a tu mente de tomar medidas drásticas, ante situaciones que te parezcan completamente inaceptables. Sé que lo que estoy diciendo es difícil de digerir o de entender, pero sucede.  Hay personas que se entregan en los brazos de enfermedades como la depresión, y no pueden salir (no quieren salir, o no tienen las herramientas) y entregan su vida.

 

En otros casos, se enferman momentáneamente ante situaciones críticas; entrega de un informe, un evento, una corrida importante, una decisión impostergable, etc., con algún dolor de estómago, gripe, fiebre, etc. En otras palabras, somatizan la emoción, en este caso el miedo.

 

En algunas situaciones, la enfermedad implica cuidados y atención especial que hace que la persona se conecte con esa necesidad de sentirse atendida.

 

También hay creencias que pueden enfermarnos, relacionadas con emociones compuestas como la culpa, el pecado, la vergüenza, etc.

 

Cuando nos sentimos culpables, por ejemplo, podemos sentir que merecemos un castigo ejemplar. Sentimos que no debemos ser felices. En esos casos optamos por flagelarnos con alguna dolencia para paliar nuestra culpa en la situación.  En este caso, la enfermedad es una respuesta al castigo que merecemos, cuando creemos que hicimos algo indebido.

 

Otra creencia que puede enfermarnos, es aquella que tiene que ver con el pecado. En la cultura occidental se habla inclusive de un pecado original, que pareciera más bien una ceremonia de iniciación, de acuerdo a ciertas formas de ver el mundo. Entendemos por pecado: Pensamiento, palabra o acción que, en una determinada religión, se considera que va contra la voluntad de Dios o los preceptos de esa religión.

 

Imagina lo que significa ir contra la voluntad de Dios, para cualquier mortal que considere vital la existencia de Dios en su vida. Está yendo contra lo más sagrado que existe para él, y en ese caso ¿qué merece? Un castigo. Y ¿qué mejor castigo que algo que le duela y le haga sufrir?

 

La percepción es congruente. Lo que ves refleja lo que piensas. Y lo que piensas no es sino un reflejo de lo que quieres ver. Tus valores determinan esto, pues no puedes sino desear ver aquello que valoras, al creer que lo que ves existe realmente. Nadie puede ver un mundo al que su mente no le haya conferido valor. Y nadie puede dejar de ver lo que cree desear.” UCDM L130.1

 

Uno de los elementos más importantes y sanadores de cualquier técnica holística, tiene que ver con el Perdón.  El Perdón es complicado no porque sea difícil de resolver, sino porque nos obliga a reconocer nuestras interpretaciones erróneas.

 

El proceso de sanación está vinculado definitivamente con el Perdón a ti mismo.

  1. El cuerpo humano está guiado por una Inteligencia divina,
  2. Es capaz de auto sanarse. 

El cuerpo humano se está renovando de constantemente. Nuestros órganos, músculos, sangre, piel, huesos, se regeneran todo el tiempo.

 

¿Qué significa esto?

 

Qué si aprovechamos el cambio que se produce en nuestro cuerpo, podemos sanar haciéndonos conscientes de lo que significa esa transformación. Es impresionante la cantidad de atención que le brindamos al cuerpo, y la poca que prestamos a nuestra mente, que es la que está realmente conectada a la Inteligencia Superior. ¿Por qué hablo de esa Inteligencia? Porque es difícil pensar que nosotros podríamos controlar todo lo que sucede en nuestro cuerpo. Su funcionamiento es perfecto. Siempre busca el equilibrio. Pero por supuesto depende de nuestra mente para conseguirlo.

 

Cuando acumulamos resentimientos, culpas, frustraciones, emociones negativas, etc., en nuestro estado de ánimo como consecuencia de no haber procesado apropiadamente lo que nos pasó, tendemos a afectar nuestra salud innecesariamente. El Estado de Ánimo es resultado de una emoción repetida muchas veces. Esa emoción puede cambiar incluso nuestra manera de ver el mundo.




El Poder del Perdón:

El perdón tiene varias características:

  1. Corrige aquello que nunca sucedió. Entiende que aquello que cree verdadero no lo es (es capaz de ponerlo en duda) y por lo tanto cambia su visión en relación a la situación.
  2. Cuando no perdonas tu mente vive atemorizada, por algo que cree que es, y realmente  no existe.
  3. Cuando no personas tu mente vive atormentada por la duda.
  4. Cuando no perdonas tu mente no ve errores sino pecados. Entendemos pecado como: Pensamiento, palabra o acción que, en una determinada religión, se considera que va contra la voluntad de Dios o los preceptos de esa religión.
  5. Cuando no perdonas tu mente vive desesperada. Vive en eterno conflicto.
  6. Cuando no perdonas tu mente no cree que dar y recibir sean lo mismo.
  7. Si deseas paz, felicidad, cuidados y seguridad. Si deseas quietud, mansedumbre, bienestar descanso. Prueba a perdonar.

 

Emociones como la ansiedad, la rabia, el miedo, etc., nos afectan cuando no somos capaces de perdonar. Y esas emociones son desgastantes, consumen la energía de nuestro cuerpo y generan patologías. Perdona tu interpretación equivocada de todo lo que crees que es verdad. El perdón es la llave de la felicidad.  El perdón te libera de la cárcel de la culpa y el pecado en donde te encerraste sin piedad. El que no perdona vive encerrado en la cárcel del sufrimiento, o se quema sin necesidad con la braza ardiente del odio, de la rabia y de la infamia.

 


Desde la Ontología del Lenguaje, el ejercicio del Perdón, es un Acto Declarativo, que tiene tres vertientes importantes:

  1. Yo te perdono.
  2. Te pido perdón.
  3. Me perdono.

 

Cada uno de ellos debe ser elaborado de manera pausada para poder alcanzar el mayor beneficio del mismo.

 

¿Por qué decimos que el Perdón es un proceso?  Porque es gradual.  No basta con declararlo, es necesario reconocerlo, asumirlo, entenderlo, internalizarlo.  Quizás necesita varias repeticiones para valorar su significado y su poder.  Y posiblemente hay que acompañarlo de otra herramienta maravillosa que es la Gratitud. Cuando aprendemos a agradecer lo que tenemos, nos abrimos a recibir todo lo que el Universo quiere entregarnos. Cada uno de nosotros es un Ser perfecto que tiene todo lo que necesita para  vivir en este hermoso planeta, que pertenece a todos los Seres que tenemos la dicha de compartirlo. Cuando entendemos lo que tenemos; que somos capaces de respirar, que nuestro corazón late con fuerza, que podemos caminar, expresarnos, tenemos voz, salud, comida sobre la mesa, que todo lo que nos ha sucedido era tal como debía ser para nuestro aprendizaje, aprendemos a ver la perfección dentro de todo lo que sucede en nuestra vida. Y cuando vemos esa perfección que obviamente no depende de nosotros sino del Universo, agradecemos la dicha de estar vivos y podemos disfrutar de esa EXPERIENCIA.

 

El perdón es un cambio de creencia valiente, expansiva y capaz de darte nuevas posibilidades ante lo que sucede. Es simplemente cuestionar que lo que viste desde tu mirada, no necesariamente es cierto. Es cierto para ti desde tu limitada interpretación, pero no para el maravilloso Universo.


Algo que podemos hacer es tener una conversación con un Coach, que nos permita ver una mirada diferente de lo que nos sucede. Eso nos puede llevar a descubrir inmensas posibilidades que no vislumbrábamos al principio. En Coaching Digital, estamos para apoyarte en tu crecimiento y desarrollo personal, para generar los cambios que necesitas y agregarle valor a tu vida,  ayudándote a alcanzar tu máximo potencial. Hacemos consultas en forma presencial o en línea. Nos adaptamos a tus horarios, para trabajar el tema que te interese.  Contáctanos vía correo a fdelisau@gmail.com, o por mi celular 0424-3306767. Puedes escucharnos, los martes de 9:00 am a 10 am, por Radio Capital 710 AM (www.radiocapital710.com).  También puedes seguir mis cuentas de Instagram @sincrosinergia y @coach.digital.vzla o revisar los blog:

https://sincrosinergia.blogspot.com

https://coach-digital.blogspot.com


Comentarios

Entradas más populares de este blog

TIPS PARA SANAR TU CUERPO

DIMENSIONES DEL SER HUMANO